Igor Del Busto
Sabíamos que era difícil pero, como se trataba de la ‘bestia’ Nadal, todos teníamos una pequeña esperanza en que pudiera hacer la machada de vencer a Federer. Realmente no se le vio apurado al suizo en ningún momento, ni cuando perdió el tercer ‘set’. Sacó de forma regular todo el partido, metiendo casi un 70 por ciento de los primeros servicios, haciendo 13 ‘aces’ y concediendo una sola doble falta en 4 ‘sets’. Con esos guarismos es muy difícil que alguien le rompa el saque. Nadal sólo lo hizo una vez en el segundo ‘set’ y otra en el cuarto, cuando la suerte del partido ya estaba echada.
El suizo jugó muy largo y las pocas veces que lo hizo corto fue en semifallos ‘cortados’ que al botar tan poco hicieron tanto daño al manacorí que no pudo ni meter la bola dentro de la pista. Sus golpes de fondo son más planos y por lo tanto más rápidos que los de Nadal, lo cual hacía que en los peloteos dominase más Federer que el mallorquín. Sorprendió que subiera tan poco a la red, pero el helvético debió pensar que era un recurso que no le hacía falta. Aún así, las pocas voleas que conectó fueron ejecutadas con una facilidad pasmosa y la mayoría fueron definitivas.
En tenis, generalmente, uno juega mal porque el otro lo hace bien y viceversa. Ayer, Rafa jugó algo por debajo de lo que lo había hecho en los anteriores partidos y, por ejemplo, tras cometer un par de errores al principio rehuyó prácticamente golpear paralelo de derecha y sacar cruzado en el lado de la ventaja. Partiendo de la base de que es dificilísimo jugar en hierba, y contra Federer todavía más, al español le faltó un poco de variedad y fue muy previsible durante todo el partido.
‘Regaló’ el primer ‘set’, al igual que en Roland Garros. Aunque sabemos positivamente que no le afecta a su moral, debería analizarlo y salir más ‘enchufado’ al partido ya que sería un arma letal en sus manos ante rivales de cierta fragilidad mental.
En el segundo ‘set’ tuvo sus pequeñas opciones para haber cambiado el rumbo del partido. Dispuso de 5-4 y saque. En ese momento Federer simplemente metió la bola y Nadal cometió cuatro errores no forzados. En el ‘tie-break’ de ese mismo ‘set’ marchaba 3-2 arriba con ‘minibreak’ y volvió a cometer otros cuatro errores no forzados. Cómo es un luchador, sacó adelante el tercer acto a base de coraje y, curiosamente, sacando muy bien,
En este deporte los puntos clave no son necesariamente los ‘match ball’ o los ‘set ball’. Con empate a un juego en el cuarto ‘set’ estuvo 15-30 sacando Federer. Ante un segundo servicio del suizo, Rafa restó corto y al centro perdiendo la iniciativa y el punto. Nunca se sabe, pero con un ‘break’ a esas alturas y con el tercer ‘set’ recién ganado, creo que Nadal se hubiera venido arriba y a Federer le hubiera entrado un ataque de ‘Nadalitis’. Pero, Federer mantuvo su saque y a partir de ahí, metió la directa y demostró por qué es el número 1 mundial y el rey indiscutible en el tenis sobre hierba.
En cuanto a Rafa Nadal, me descubro ante su velocidad, su capacidad de lucha y su garra, ante su facilidad para la adaptación y superación. Y, aunque les pese a algunos, ante su excepcional talento. ‘Chapeau’, Federer… y ‘Chapeau’, Nadal.
Nota: Artículo de Opinión publicado el 25 de Junio en El Correo (Wimbledon)